No bajes la guardia estas vacaciones, los peligros de la red no descansan
Ya están aquí las vacaciones de verano, y con ellas los más pequeños de la casa tienen mucho más tiempo libre para dedicárselo a su “cibervida”.
En estas fechas los niños aprovechan para “desconectar” de su rutina durante el curso que no es de otro modo que potenciando su conexión a la red y por ello los adultos, no deberíamos «desconectarnos» de nuestro rol de “administradores del Control Parental”
Ha cambiado mucho el cuento en esta era digital y los padres y madres, y l@s abuel@s como ya nos toca a algun@s 😉 , ya no tenemos que estar en la ventana pendientes de ver con quien está jugando nuestr@ hij@ o niet@, o si le surge el más mínimo problema. Nuestros menores ya no son tan “callejeros” como lo éramos nosotros, y tampoco se “entretienen” con sus ordenadores, que dejan abandonados en sus mochilas, sin embargo las consolas, tablets y smartphones se convierten, durante las vacaciones, en sus principales acompañantes en la tranquilidad de sus habitaciones para la “equívoca” tranquilidad de los padres.
Si les preguntásemos a ellos sobre su actividad en Internet seguro que contestarían que no son usuarios de la red, no tienen conciencia de su presencia real en Internet, ellos solo utilizan su móvil.
Ahora, en la era de la comunicación, los más pequeños son especialistas en la socialización, tienen cientos de “amigos” con quien hablan y comparten confidencias en redes sociales, en medio de una partida de sus juegos online preferidos o a través de los programas de mensajería instantánea instalados en sus teléfonos móviles de última generación.
Son especialistas en el uso y disfrute de las nuevas tecnologías, son realmente “nativos digitales”, verdaderos expertos en “maquinitas y aparatos varios”, gozan del control absoluto de las nuevas tecnologías y de sus herramientas, ¡ellos han inventado “el internet”!
Por el contrario nosotros, los “inmigrantes digitales”, no nos enteramos absolutamente de nada, o esa es la idea que tienen nuestros hijos del conocimiento que tenemos de las nuevas tecnologías, y esa es precisamente la idea que tenemos que quitarles de la cabeza. Para ello tenemos que empezar por “educarnos” a nosotros mismos y forcémonos en conocer los peligros a los que se pueden enfrentar en el mundo “virtual” como conocemos los peligros que les acechan en el mundo real.
Peligros como el de la “falsa soledad” cuando están inmersos en sus juegos protegidos por las cuatro paredes de su habitación, o de que puedan ser víctimas de un ciberdepredador que les acose mediante las técnicas del conocido “GroomING”, o simplemente que sean víctimas, dentro de su propio círculo, o incluso los responsables de casos de “CiberbullyING” o “SextING”. Peligros que catalogué en su día como los tres peligros “ING” de los menores en la red.
Conscientes de estos tres peligros “principales” es hora de abordar otros peligros de los que no tenemos consciencia pero no por ello se convierten en menos graves.
Es evidente que los peligros en Internet aumentan conforme crece la exposición de los menores a la Red sin una adecuada supervisión por parte de los adultos, como sucede durante el verano. Por otro lado, esa falta de supervisión puede además provocar que los niños hagan usos inadecuados o poco responsables de la red. El verano es un momento ideal para cambiar las reglas del juego.
Para los especialistas, la clave del éxito está en el diálogo. Los menores deben saber que pueden confiar en los padres en todo momento, y que van a tener su apoyo. Muchos menores no les cuentan a sus padres los problemas que tienen en Internet por temor a irritarles.
Por otro lado, los padres muchas veces olvidan que el teléfono móvil es la principal vía de acceso a Internet, por lo que se debería establecer un lugar común y establecer un horario de uso, como se hacía tiempo atrás con los ordenadores, para su uso, y que en ningún caso se los lleven a la habitación por las noches.
No se trata de prohibir el uso de la tecnología puesto que esta medida trasladaría el problema fuera del área de confort familia. Debemos explicarles los peligros a los que se pueden enfrentar y concienciarles sobre determinadas conductas, que ellos creen inocuas, y que les podría exponer, por ejemplo, proporcionar información personal en las redes sociales.
En vacaciones no demos vacaciones a nuestro sentido común, no bajemos la guardia exponiendo a los peligros de la red a nuestros menores.
SmartHC
Área de Concienciación y Formación